¿Y de la odontología quién se acuerda?

Abr 14 de 2020 0
Imagen tomada de odontologos.coomeva.com.co

El Covid-19 llegó y ha estado haciendo estragos a lo largo y ancho del planeta.

Ha puesto en jaque a los sistemas de salud de los países más ricos y poderosos del mundo y hasta ahora todo está empezando. De ahí en menos podrán imaginarse qué puede suceder. Aún hay escépticos e incrédulos que piensan que lo que sucede alrededor del mundo es tan solo parte de una teoría conspirativa y quizás algo de lo que dicen sea verdad, pero la realidad es una: estamos viviendo un evento histórico del que nuestros descendientes hablarán, estudiarán y tomarán en cuenta para que no les suceda algo similar.

La mayoría de los sectores de la economía se han visto afectados, unos en mayor grado que otros. También es cierto que otros han aprovechado la situación. Insisto, quien no innove y se adapte rápido puede desaparecer. Pero surge una gran incógnita: ¿Cómo harán para no desaparecer quienes no puedan innovar y adaptarse rápidamente? Y si se preguntan quién podría estar en esa situación, aquí les tengo la respuesta: el gremio odontológico.

El New York Times publicó un artículo en el que pone a la odontología como la profesión con más riesgo de contagio por la cercanía de trabajo con el paciente, por los aerosoles que se esparcen durante la atención y otras circunstancias. A eso se suma la recomendación de la OMS al gremio odontológico de solo atender urgencias. Los odontólogos tienen miedo y con justa razón. No estaban preparados para una para de esta magnitud y están en medio de una gran incertidumbre.

En Colombia se estima que hay unos 60,000 profesionales dedicados a la odontología y sus diferentes especialidades clínicas. Pero vamos más allá: existen auxiliares de odontología, higienistas orales, personal administrativo, laboratorios dentales, casas comerciales y distribuidores que viven del gremio odontológico. Se habla que pueden ser cerca de 200,000 personas que dependen de este gremio sin contar los miembros de sus familias.

Muchos profesionales de la odontología, quizás motivados por su espíritu emprendedor y con el afán de recibir ingresos, decidieron empezar a producir los bienes de primera necesidad del sector salud tales como: visores, trajes de bioseguridad, batas, gorros, polainas. Incluso he visto hasta cabinas de desinfección que pueden brindar soluciones en estos tiempos de enfriamiento económico.

Algo que me ha llamado la atención, y en gran manera, es que la gran mayoría de los pertenecientes a este gremio dicen que hacen parte del más desunido que puede existir y la verdad me es casi imposible negarlo. He sido testigo durante años cómo los profesionales incurren en prácticas como la competencia desleal, hablar mal de sus colegas, quitarse pacientes unos a otros y otras más. Incluso en estos difíciles momentos cuesta demasiado verlos tirando para el mismo lado.

Existen federaciones, asociaciones y hasta colegios que quieren agrupar a estos profesionales, pero ni siquiera en conjunto logran cobijar más del 20% y han estado moviéndose, pero la tarea no ha sido fácil. Quizás por esto, algunos que, movidos por la exposición mediática que han logrado a lo largo de su carrera como Jairo Quintana, amado por muchos y odiado por otros, han querido aglomerarlos para que todos resulten beneficiados. Se han logrado pequeñas e importantes victorias en este tiempo oscuro y al menos, ante el gobierno y la opinión pública, ya se están haciendo notar. Lastimosamente falta mucho por avanzar, pero estos primeros pasos son definitivos. En cuestiones de ego es difícil mediar y obtener resultados positivos en beneficio de la mayoría.

Pero no todo es malo. Desde la iniciativa de Camino Emprendedor creé un grupo de Facebook llamado “Soy odontológ@ y quiero emprender” en el que quiero unir, sin costo alguno, a los odontólogos emprendedores productores de estos importantes elementos y otros colegas que están buscando dotarse a precios más favorables. Algunos manifiestan que algunas casas comerciales aprovechan la situación y están especulando con los precios de estos elementos. El trabajo apenas empieza, pero tengo la firme convicción que muchos resultarán beneficiados.

¿Pero qué más se puede hacer por el gremio? En el ejército existe algo llamado “reservista” y los hay de primera y de segunda clase. En tiempos de paz son civiles, pero cuando es necesario pueden ser llamados al frente. ¿Podría el gobierno lanzar un llamado y contratar a odontólogos y/o sus clínicas como reservistas para que ayuden en la crisis actual y recibir por ello honorarios justos y acordes al riesgo que enfrenten? Sería una manera de acordarse de ellos y tenderles una mano solidaria en estos momentos de incertidumbre.

También hay otras ideas con las cuáles la gente pueda acordarse de este gremio. Por una parte el gobierno puede eliminar el IVA para los productos y equipos que requieran. También se acordarían de la odontología todas aquellas personas que entienden que una buena salud oral mitiga el riesgo de infecciones, como la periodontitis, y por ende deberían acudir en este momento a consulta odontológica; llevando a sus familiares a clínicas y/o consultorios para que, en familia, se eleven los estándares de salud bucal.

¿Y si los odontólogos también se acuerdan de su profesión y de una vez por todas dejan el egoísmo, las malas intenciones, la envidia y tanta negatividad para con sus colegas? También me pregunto: ¿no habrá llegado el tiempo de unirse con un objetivo en común? ¿No habrá llegado el tiempo de demostrar que la unión hace la fuerza?

¿Qué opinan?

Felipe Franco

@CamEmprendedor

Fuente: cecane3.com

Comparte esta noticia



Últimas Noticias

0 Comentarios

Para comentar debes haber iniciado sesión

Iniciar sesión