Cuando la ignorancia se viste de blanco y habla como chatgpt: el nuevo riesgo en la salud
Mar 28 de 2025 0
Hay un tipo de profesional que siempre ha sido peligroso: el que cree que sabe… pero no sabe. Lo hemos visto en la universidad, en hospitales, en congresos. El que responde con seguridad, aunque su base sea frágil. Ese colega que opina sin criterio, pero con autoridad.
El problema es que ahora, con la inteligencia artificial al alcance de todos, ese personaje se ha transformado en algo más difícil de detectar y mucho más dañino: el ignorante aumentado por IA.
Ese que copia y pega lo que le dice ChatGPT como si fuera un tratado de medicina. Que opina sobre casos clínicos sin haber leído una guía, sin comprender un diagnóstico diferencial. Que ahora se siente validado, empoderado, respaldado… por un modelo predictivo de lenguaje.
Y no. No es que la IA sea el problema.
El verdadero problema es que muchos no tienen idea de cómo funciona, ni de sus límites. No reconocen cuándo alucina, cuándo omite datos o cuándo necesita un criterio humano que interprete y corrija.
Y esto, en el campo de la salud, es especialmente delicado.
Porque no estamos hablando de contenido para redes sociales o respuestas automáticas. Estamos hablando de personas. De pacientes. De decisiones clínicas que requieren experiencia, juicio y contexto.
La IA no reemplaza eso. No sustituye la mirada clínica, el análisis ético, la responsabilidad profesional.
Puede apoyar. Puede acelerar procesos. Puede ayudarte a organizar la información. Pero no debe ser una muleta para justificar la ignorancia disfrazada de innovación.
¿Qué hacemos entonces?
1. Formación crítica. No basta con decir “usa ChatGPT”. Hay que enseñar a interrogarlo, contrastarlo y detectar cuándo se equivoca.
2. Fomentar el pensamiento clínico. Un profesional que no sabe hacerse preguntas, que no sabe decir “no lo sé”, es un riesgo con o sin tecnología.
3. Normas claras. Las sociedades médicas y odontológicas deben asumir su rol y crear guías éticas sobre el uso responsable de estas herramientas.
La IA no te hace mejor profesional. Solo amplifica lo que ya eres.
Si eres ignorante, magnificará tu ignorancia.
Si eres competente, potenciará tu capacidad.
Y ahí está la gran diferencia.
¿Estamos formando profesionales que comprenden esta diferencia? ¿O estamos creando una generación que confunde velocidad con verdad?
El reto no es técnico. Es humano.
¿Has visto este fenómeno en tu entorno profesional? ¿Cómo lo manejaste?
Argenis Carmona
Gerente general y fundador en The Wise Centaur